Utuhengal expulsó a los Gutis de Sumeria y fue sucedido por Urnammu, su general, quien le usurpó el trono y se autoproclamó rey "descendiente de Gilgamesh". Pese a esto fue un gran monarca y trajo consigo un renacimiento para toda Sumeria. Lo heradaron Shulgi y Amar Sin respectivamente, y a éste último su hermano: Shu Sin.
Shu Sin fue seguido por su otro hermano, Ibbi Sin, que tuvo que enfrentar a los nómadas amorreos del desierto de la Arabia arreitana; y a las rebeliones internas a su imperio. En el culmen de su fracaso entregó las zonas afectadas por los saqueos a su funcionario: Ishbi Erra, quien lo traicionó fundando su propia dinastía con centro en Isin. Finalmente, ente Elfos Elamitas y Enanos de los Zagros, redujeron a Ur y la hicieron propia.
La dinastía de Isin se volvió un estado amorrita independiente cuyo trono heredó Shu Ilishu, y luego su hijo Iddin Dagan, gran propulsor del matrimonio. Su vástago, Ishme, se dedicó a restaurar los palacios más grandes y al morir dejó la corona a Lipit Ishtar, que escribió otro código moral de gran valor. Fue Ur Ninurta quien lo destronó con un golpe de estado.
El Usurpador se enfrentó a Larsa durante los reinados de Gungunum y Abisare, quien lo terminó matando. Su hijo Bur lo sucedió, y a éste el suyo: Lipit. El trono pasó a un descendiente bastardo, de nombre Erra Imitti, cuyos principales adversarios fueron Sumuel y Nur Adad.
Erra le cedió la corona a su hijo Bani, que hasta entonces había sido jardinero. Se dice que Erra Imitti murió comiendo un plato de avena caliente, y que su medio hermano era el cocinero.
A Bani lo sucedió Zambiya, quien se ganó el amargo recuerdo de haber sido derrotado por Iqisham de Larsa. Pero Isin se conservó independiente un tiempo más bajo el mandode Iter Pisa; Ur Dulkuga; Magin; y finalmente Damiq Ilishu, que gobernó más de veinte años, hasta caer en manos de Larsa.