El corazón de Enki comenzó a oscurecerse al matar a Engur, abuelo de su pueblo; y terminó de apagarse al enviar a Marduk, contra Tiamat. Además, en medio de su empresa, llegó a esclavizar a Mummu, uno de sus enemigos.
Aún así, se dice que las llamas encendidas por Elohim siempre mantienen una última esperanza.
El Titán se unió a Ninhursag y habito junto a ella en Dilmun, un lugar desierto en el que Enki formó un lago a pedido de su compañera. Ella era terraformadora de las montañas, las que modelaba a su gusto, como parte de su misión.
Ninhursag era hija de An y hermana de Enlil. Y no sólo le gustaba modelar la tierra, también criaba cachorros de león.
El matrimonio tuvo tres hijas: Ninsar, que tenía el don de hacer crecer la vegetación; Ninkurra, que sólo podía generar pastizales; y Uttu, que dialogaba con las arañas y tejía como ellas.
Se dice que Uttu celaba a sus hermanas, hasta que se le encargó ayudar a Elohim a tejer el multiverso.
Luego se le encomendó que enseñara a los Medianos como hacer hermosos tejidos y en su servicio a los demás, descubrió cuanto valor tenía.