Elohim tomó arcilla de su arcilla e hizo a los hombres a Su Imagen y Semejanza, los hizo varón y mujer. Y como el fruto de Su Amor era fecundo en ellos, los invitó a amarse y multiplicarse, fruto del mismo amor.
Elohim creó la Tierra en el Comunverso y creó a su contraparte -Arreit-, en el Magiverso. El primer universo fue entregado a los Comunes, dentro del cual elegiría a un pueblo, dentro del cual un día se encarnaría para salvarlos a todos. Pero eso fue después.
El segundo universo fue entregado a las criaturas fantásticas. Los primeros hombres fueron de enormes proporciones y dones extraordinarios. Se le encomendó ayudar a la creación, modelando montañas, regando campos, haciendo el bien sobre todas las cosas. Algunos fueron elegidos especialmente para pasar a la Tierra con el mismo propósito. Y su raza fue recordada para siempre: los Titanes.
Pero a medida que iban creciendo en el conocimiento de su propia fuerza, olvidaron que el poder es un servicio, y se complotaron para dominar el mundo.
Sus historias se volvieron leyendas, los Medianos olvidaron sus tiranías e incluso después de su destierro, hubo quienes los siguieron añorando. Con ellos nació la expresión "un pueblo sin memoria vuelve a repetir los mismos errores...".