Al principio existía Elohim, que es plural y singular a la vez. Él era una misma melodía cantada por tres voces, un mismo fuego encendido por tres llamas, un mismo amor y tres modos de compartirlo.
Todo lo que había hasta entonces, era como un gran lienzo blanco a punto de ser pintado. Y Elohim tenía los pinceles, la pintura, la arcilla y las manos, pero sobre todo tenía un gran amor, que quería ser derramado.
Tanto amor produjo una gran y luminosa explosión, una genética nueva a imagen y semejanza de Elohim, el Artesano.
Elohim, que muchas veces fue representado como una Blanca Paloma , aleteó sobre las aguas. Creó el cielo y la tierra. Creó la luz y las separó de las tinieblas. Llamó Día a la luz y Noche a las tinieblas. Creó el firmamento y el suelo firme. Y cada vez que creaba "decía", porque creaba con Su Palabra.
Su Palabra era capaz de crear y dijo "que de la tierra salgan vegetales, hierbas y árboles frutales" y les dio el don de generar frutos de su misma especie con su propia semilla.
Elohim pensaba en el hombre, que sería a Su Imagen y Semejanza, y quería regalarle el mundo. Colgó estrellas del firmamento para que las observaran con deleite y en el primer tiempo guiara a los viajeros. Además hizo dos grandes lámparas, o más bien, una lámpara y su espejo. Así creó al sol y a la luna.
Elohim había creado el agua y supo que era el lugar propicio para la vida nueva, así llenó los mares de criaturas asombrosas, lo mismo en la tierra y también en el cielo. Y Elohim los hizo fecundos, porque Su Amor había sido también fecundo al crear.
Elohim creó a los grandes reptiles y cuando desaparecieron hizo que algunos evolucionaran en hermosas aves. Además creó a los mamíferos y a cada ser le dio su hábitat, también les dio su alimento.
Elohim vio todo lo que había hecho y vio que todo era bueno. Finalmente creó al hombre a Su Imagen y Semejanza, varón y mujer, y vio que esto era muy bueno.
Elohim puso al hombre como administrador de toda su creación, para que comiera de los frutos de la tierra, de los animales del campo y fueran fecundos en el amor, porque eran a semejanza Suya. Elohim era el amor más puro, derramado en su creación.
Al terminar su creación, Elohim descansó junto a sus creaturas.